Tensiones en el rol de quien realiza el peritaje psicológico en la intervención judicial en situaciones de violencia familiar
Palabras clave:
Competencias parentales – evaluación psicológica – Maltrato y abuso infantil., Competencias parentales, Evaluación psicológica, Maltrato y abuso infantilResumen
La evaluación psicológica pericial tiene especial importancia para determinar posibles daños y riesgos padecidos por niños, niñas y adolescentes (NNyA) en el ámbito intrafamiliar y que ameritan la intervención judicial y de peritos psicólogos forenses. Atendiendo al principio del interés superior del niño, resulta indispensable la valoración psicológica de los adultos que ejercen la función parental de tales NNyA. es indispensable, entonces, que en el trabajo de dichos peritos vinculados a la psicología, se promueva el encuentro con otros discursos, especialmente los jurídicos, y arribar así a mejores resoluciones para el bienestar y cuidado de NNyA. Objetivo: revisar el rol del perito psicólogo en su intervención judicial y señalar las vicisitudes que el mismo puede enfrentar en la evaluación de aspectos vinculados a la violencia familiar, dado que nuevos marcos legales generan, en la intersección entre la psicología y el derecho, tensiones en la práctica pericial que requieren ser revisadas. Metodología: se hicieron análisis teóricos sobre parentalidad y competencias parentales, partiendo del concepto de familia y sus transformaciones, para llegar a los nuevos marcos teóricos acerca de la evaluación de la función parental, puesta al servicio del desarrollo de las infancias. El aporte del presente trabajo consiste en señalar la importancia de una correcta y científica evaluación psicológica de los adultos que son parte vinculante del niño que va a ser evaluado pericialmente. En dichos adultos es indispensable ponderar además los siguientes tres aspectos: la adecuada función parental (que parte de un estado particular de salud mental); las convenientes competencias parentales y el apropiado ejercicio del rol. Conclusión: se plantea la necesidad de la evaluación de la salud mental de los adultos intervinientes en la crianza de NNyA, sus competencias parentales y el adecuado ejercicio de ese rol. Además se propone recuperar la idea de la intervención judicial como ordenadora del desajuste generalizado que la violencia imprime en un contexto familiar. En tal intervención se destacan los aportes profesionales específicos del perito para evitar que esos desajustes en el grupo familiar se repliquen en sede judicial, lo que ejercería nueva violencia en NNyA. Se sostiene que, por el contrario, una correcta evaluación y su respectivo informe permitirán adoptar medidas reparadoras para NNyA, restituyéndoles el cuidado y la protección que fueron vulnerados y que ameritaron su judicialización.